sábado, 11 de diciembre de 2010

VANESA PÉREZ SAUQUILLO EN ESMIRNA


Hola amigos:

Algo despistados con la nueva ubicación, pero muy agradecidos a todos los que vinisteis demostrándonos que somos mucho más que un bar con una hermosa historia y una buena cerveza, celebramos el encuentro con Vanesa, esta vez en otro bar con una historia nada desdeñable y una no menos buena cerveza.

No faltó de nada en este encuentro, muy nuestro: camareros despistados metiendo ruido, muchas caras desconocidas entre perplejas y cómplices, una autora entregada y generosa, y un rato de lectura y conversación donde se evidencia que la poesía y el arte nacieron para acompañar al hombre y no a la inversa.

Vanesa leyó su poesía larga y corta, sencilla y compleja, respetuosa con el lenguaje, pero siempre apegada a la idea, que en los versos de la madrileña se retuerce como un tronco que provoca cada nudo de la inteligencia.

Os dejamos aquí algunos de estos versos y os invitamos a vernos en la próxima.

Un abrazo.

Equipo Esmirna.




No dejes que la luz
de mi cuerpo te engañe.
Voy quemando las naves.

(De Estrellas por la alfombra, 2001)



Me equivoqué a tus pies.
Pensé que eran raíces
lo que siempre fue sombra.

(De Bajo la lluvia equivocada, 2006)



Atrévete conmigo.
Soy joven.
Tengo mucho deseo que perder.

(De Bajo la lluvia equivocada, 2006)



Tú que también escupes secretamente
en el abrigo que escogió tu corazón
y desconoces el porqué de lo elegido en sangre.
No busques el sentido de este libro.

Tú tampoco quisiste ser pastor
ni le has dado comida a lo lejano.

No me pidas un arma.
Mi dedo no señala. Tan sólo
nos dibuja en la saliva.

(De Bajo la lluvia equivocada, 2006)

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